El día miércoles 12 de Julio el diario Clarín publicó en la sección Sociedad un artículo relacionado con las consecuencias de una sociedad existista, individualista y competitiva. Dentro del artículo hay una nota en recuadro con el título "Si quiere a un campeón, deje a su hijo en paz". Cambie en el la palabra fútbol por natación (aunque en nuestro deporte todavía no se venden deportistas a tan corta edad) y reflexione.
La obsesión por el éxito encuentra en el deporte su más cruda expresión. "Vivimos en un mundo de locos, y en el fútbol la locura es cada vez mayor. Los padres, en vez de un hijo, ven un billete con piernas. No les importa el juego ni la diversión. Comercian con las criaturas, los vuelven locos", dice Jorge Rinaldi, coordinador de las divisiones inferiores de San Lorenzo. "Tuve una escuelita durante años y algunos padres nos cansaron tanto que terminamos poniendo en la puerta un cartel que decía: si quiere un campeón en casa, deje a su hijo en paz y empiece a entrenar. No era simpático, pero fue la manera más sutil que encontramos para pedirles que aflojen", cuenta Rinaldi."Hay actitudes de los padres que convierten al deporte en algo distinto a la diversión, a lo lúdico. Muchos chicos miran aterrados a sus padres y entrenadores cuando cometen un error. No pueden equivocarse libremente y sin conflicto, como debería ser", dice Marcelo Roffé, presidente de la Asociación de Psicología del Deporte. "Los chicos practican un deporte para hacer amigos, para tener un momento de descarga y diversión. No hay que hacer foco en los resultados. Los padres deben estimular, proponer, encender el fueguito y luego correrse y acompañar".
También recomiendo la lectura de "El tenis, un territorio de casos extremos" y del artículo de fondo "Tener un hijo diez es una meta familiar cada vez más común"
Felicitaciones a Clarín por la nota.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario